“Las leyes no pueden desincentivar la libertad de expresión”

Carlos Cortés Castillo

Carlos Cortés Castillo respondió preguntas de los asistentes, como transmisión de fútbol a través de Internet, pérdida del anonimato en la red con nuevas legislaciones y el futuro de las emisoras “online”.

Libertad de prensa, de expresión, de creación y difusión de contenidos, fueron los temas de la conferencia central del lanzamiento de la fundación FundaMundo, entidad que en el ejercicio del periodismo busca una prensa pluralista y sin censura.

La creciente tendencia a crear leyes en el mundo que impo­nen restricciones a los usua­rios sobre la manera en que usan los contenidos que encuentran en Internet, ha pues­to los términos “piratería”, “violación de derechos de autor”, e incluso la temida palabra “censura”, en el cen­tro del debate. Para Carlos Cortés Cas­tillo, periodista experto en libertad de expresión, esto implica que Internet se estaría convirtiendo en “un sistema ce­rrado, centralizado y regulado”.

Para Cortés, quien fue el conferencista central en el lanzamiento de FundaMun­do, no solo la información hace parte de Internet. También la infraestructura de transmisión de datos, que en este caso son los cables por donde se envía toda la información hacia “la nube”.

“Hoy, la infraestructura de cableado pertenece a una empresa o Estado, y lo único que hacen ellos es prestar un ser­vicio, como de una tubería, sin injeren­cia en cómo se maneja la información”, explicó Cortés Castillo.

En cuanto a esto último, el periodista indicó que las leyes que él califica como “arbitrarias” impiden que los usuarios, a través de dichos cables, puedan crear artículos, ver eventos, subir contenido a Facebook o bajar películas y enfatizó que “el contenido que generamos es el último frente de libertad de expresión”.

Carlos Cortés Castillo

Carlos Cortés Castillo manifestó que aunque hay argumentos de que “Internet no puede seguir como está”, por exceso de información y sin control sobre contenidos, “eso hace parte del debate sobre Internet. Se puede sacrificar cierto tipo de orden para hacer debates más abiertos y que el imprevisto también exista”.

Un ejemplo de estas leyes es la cono­cida Ley Lleras, que en su primer pro­yecto provocó una fuerte respuesta de varios sectores, principalmente usua­rios que sentaron su voz de protesta a través de un blog llamado RedPaTodos, con el apoyo del senador Camilo Rome­ro, opositor a la ley.

Carlos Cortés Castillo explicó que este Proyecto de Ley 241 de 2011 abarcaba varios temas: imposición de responsa­bilidad a intermediarios como los pro­veedores de servicio de Internet (ISP), retiro de contenidos considerados “ile­gales” y la presunción de “mala fe”, que implica que un usuario es culpable de violación a la ley, hasta que se demues­tre lo contrario. Añadió que esta norma­tividad es “en su forma, muy similar a las leyes de control de contenidos en EE.UU.”.

Aunque la llamada “Ley Lleras 2.0”, sancionada en Cartagena por el presi­dente Juan Manuel Santos en el marco de la Cumbre de las Américas, realizada a principios de abril, es distinta en sus términos, según Cortés Castillo, tam­bién contiene aspectos como la amplia­ción de definiciones sobre violación de derechos de autor o restricciones a la transmisión de televisión por Internet, “la 2.0 cambió totalmente, pues se hizo buscando la implementación del TLC con EE.UU.”

¿Llegaremos a la “censura previa”?

El concepto de “censura” resulta alar­mante en un país que constitucional­mente declara que no la habrá, parti­cularmente en la publicación de con­tenidos en medios de comunicación. Sin embargo, bajo la defi­nición de piratería, “se estaría desincentivan­do el uso de conteni­dos compartidos como la remezcla, reedición e incluso la innova­ción, y eso va a herir la manera como la gente usa la red”, afirmó Cor­tés.

En Francia, se usa una legislación conocida como “tres strikes” o golpes, en la cual “se advierte al usuario tres veces que está haciendo actividades no permitidas. A la tercera vez, se le desconecta del acceso a Inter­net y solo en ese momento se le da la oportunidad al usuario que justifique el uso que le da al material”, explicó el pe­riodista y añadió: “ese es el mejor ejem­plo de ‘presunción de mala fe’”.

Sobre el tema, él manifestó su preocu­pación de que este panorama se repita en Colombia, “con un modelo similar, porque en los países en desarrollo se implementan los modelos existentes y en este país se aplica el norteamerica­no”, explicó.

Finalmente, Cortés Castillo reconoció que dichas leyes “pueden tener un ob­jetivo loable, para prevenir crímenes en Internet, como la pornografía infantil” y que no constituyen una “censura pre­via” en principio, pero “es posible que más adelante se implementen medidas que sí lo sean, como el retiro de con­tenidos sin certeza de que sean activi­dades ilegales”. Dicho esto, el periodista tiene un reto: “entender lo que sucede, para cambiar la manera en que se pro­ducen los contenidos”, concluyó.

Un vocero de la Libertad de PrensaCarlos Cortés Castillo es un periodista y abogado, quien se desempeñó como director de la Fundación para la Liber­tad de Prensa (Flip), organi­zación que vigila las violacio­nes sobre el tema en el país y promueve la protección a periodistas y medios a quie­nes se les impide ejercer el derecho a la información.Cortés Castillo es también estudiante de la maestría “Gobernanza de Medios y Co­municaciones” de la London School of Economics en Ingla­terra.Además, es investigador del programa Iniciativa por la Li­bertad de Expresión en Inter­net, en el cual analiza el caso de Cuevana, sitio web donde se puede acceder a material cinematográfico, el cual ha tenido numerosos problemas con las leyes que protegen los derechos de autor en el con­tinente.

 

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